primeros PASOS
Este proyecto de investigación surgió cuando nuestro grupo comenzó a interrogarse sobre la utilización cotidiana de las “malas” palabras. En base a nuestras experiencias coincidimos que existe un vacío en torno a la utilización de las expresiones consideradas como lenguaje soez. Por ello, creemos que esto debe ser remediado intentado acercarnos a estas palabras que son comúnmente usadas en nuestra vida social pero que son señaladas como “malas”. Esta investigación tuvo como principal inspirador a Roberto Fontanarrosa, el cual emitió un discurso en el Congreso de la Lengua interrogándose sobre el por qué se considera “malas” a ciertas palabras. Siguiendo con esto, nuestras preguntas iniciales fueron las siguientes:
¿Cuáles son las “malas” palabras mas utilizadas?
¿Su uso es univoco o expanden el mundo del lenguaje?
¿Cuál es su uso o sus usos predominantes?
¿Cuáles son las “malas” palabras mas utilizadas?
¿Su uso es univoco o expanden el mundo del lenguaje?
¿Cuál es su uso o sus usos predominantes?
AVANCES
A lo largo del proyecto atravesamos diferentes lugares, si bien siempre tuvimos claro que queríamos investigar los usos de las “malas” palabras en las redes sociales. En un primer momento, utilizando Topsy, por un lado realizamos un seguimiento de tweets que utilizaban palabras que en nuestro país son señaladas como ofensivas: puto, forro, loca, hdp, etc. Por otra parte también nos encargamos de rastrear el hashtag de la palabra (#puto, hdp, etc.) De esta forma intentamos determinar que tan importante era su uso dentro de las redes sociales así como también remarcar cuales eran las mas usadas y poder realizar una división en géneros (femenino/ masculino). El resultado arrojado fue significativo: algunas de ellas tenían más de 2 millones de tweets por día. Mas adelante, intentando cruzar información con otros soportes, relevamos información sobre el uso de estas expresiones en canciones, videos e incluso intentamos realizar un mapa de geolocalización de ciertas palabras pero debido a la falta de herramientas el mismo no fue viable.
Sin perder de vista nuestros objetivos, establecimos el recorte de nuestra investigación analizando los hashtag de las seis “malas” palabras más utilizadas. Mediante topsy, buscamos imágenes de los últimos 30 días, lo cual nos permitía conformar una base de datos que nos permitiría contestar a nuestros primeros interrogantes. En esta base se establecen: el link con la foto analizada, el uso predominante, los usos secundarios, hashtag asociados, retweets y favoritos. Con la base de datos ya conformada pudimos realizar diferentes visualizaciones, centrándonos en el uso dado que era lo que nos permitiría descartar o confirmar nuestras hipótesis. Asimismo, durante la investigación surgieron nuevos interrogantes, en cuanto al uso del hashtag, el "acortar" las malas palabras que requerirán de una nueva investigación.
Sin perder de vista nuestros objetivos, establecimos el recorte de nuestra investigación analizando los hashtag de las seis “malas” palabras más utilizadas. Mediante topsy, buscamos imágenes de los últimos 30 días, lo cual nos permitía conformar una base de datos que nos permitiría contestar a nuestros primeros interrogantes. En esta base se establecen: el link con la foto analizada, el uso predominante, los usos secundarios, hashtag asociados, retweets y favoritos. Con la base de datos ya conformada pudimos realizar diferentes visualizaciones, centrándonos en el uso dado que era lo que nos permitiría descartar o confirmar nuestras hipótesis. Asimismo, durante la investigación surgieron nuevos interrogantes, en cuanto al uso del hashtag, el "acortar" las malas palabras que requerirán de una nueva investigación.